Las gafas de sol además de un complemento de moda, son un producto sanitario y por ello las gafas de sol homologadas solo se pueden adquirir en centros sanitarios que son las ópticas. Dicho esto, sabremos que las gafas que compramos están homologadas si llevan el distintivo de CE, que nos asegura que es un producto que cumple la legislación europea para su comercialización y acompañando las gafas unas instrucciones que indiquen el tipo de cristal que lleva la gafa, la intensidad del filtro y el modo correcto de cuidarlas. Además como todo producto, debe tener una garantía ante cualquier defecto de fabricación. Los daños causados en el ojo por la radiación acumulada son progresivos y no siempre aparecen en el momento, normalmente es con los años cuando descubrimos las patologías . Una buena gafa de sol además  de reducir el deslumbramiento y que tengamos una visión más nítida y cómoda, debe bloquear la radiación ultravioleta e infrarroja para prevenir lesiones en le ojo como las cataratas tempranas, conjuntivitis, queratitis, etc.

 

Las gafas de sol pueden ser neutras y graduadas y podemos encontrar:

  • Lentes solares con protección contra los rayos U.V. ultravioleta. 
  • Lentes solares con protección contra el U. V ( Ultravioleta ) y el I.R. ( Infrarrojo)
  • Lentes de Melanina, que previenen el envejecimiento de los ojos y de la piel de los párpados
  • Lentes polarizadas, protegen contra el deslumbramiento causado por la luz reflejada.
  • Lentes espejadas , son lo último en moda solar.

Las Gafas de sol graduadas, pueden ser : monofocales y progresivas, y también con tratamientos antirreflejantes. Y si prefieres una lente fotosensible, variable en intensidad, del blanco hasta una tonalidad C, puedes optar por las lentes Transitions, que te proporcionan protección tanto en interior como en exterior.

 

¿ Y los mas pequeños?

 

Los niños tienen la pupila más dilatada y los ojos más vulnerables y sensibles, por lo tanto el uso de las gafas de sol homologadas es clave para evitar el desarrollo de patologías . Hay que tener en cuenta que la radiación que recibimos es acumulativa con los años lo que hace que la protección en niños deba ser mayor que en adultos. Un ejemplo es el caso de la piel de los niños , la protegemos con cremas de alta protección, por lo que no podemos olvidar que los ojos tambien necesitan protección y cuidados.

 

DISFRUTA DEL SOL SIN PELIGRO